Empezamos una serie de posts con entrevistas que he llamado: Influencias positivas. El objetivo es entender la idea de la música que tienen músicos de éxito. ¡Espero que te inspire tanto como a mí!

Hoy os dejo una entrevista que tuve con Marek Stolarczyk, trombón solista de Aarhus Symfoniorkester. En 2017 ganó la audición y el año pasado pasó su periodo de prueba, obteniendo así su plaza definitiva.

El niño que fue Marek

Carles: Me gustaría que me contaras un poco sobre tu infancia. ¿Cómo decidiste empezar a tocar el trombón?

Marek: Vengo de una familia de músicos: mi padre es trombón bajo en la Polish National Radio Symphony Orchestra en Katowice (Polonia), mi madre es cantante del National Radio Choir en Katowice y enseña en varias escuelas. También uno de mis hermanos es el trombón solista de Krakow Philharmonic y el otro toca el violín en el grupo The ThreeX. Pero todo empezó con mi abuelo, que es trompetista. Entonces, desde que tenía 5 o 6 años, siempre he tenido contacto con el instrumento. Mi padre me daba boquillas para que fuera jugando y él comprobaba si la embocadura iba bien y nos lo pasábamos bien. Incluso tenía un trombón pequeño, para establecer un primer contacto divertido. De hecho, antes de entrar a la escuela a los 7 años, no sabía si quería ir a la escuela de música o qué quería hacer, así que probé muchos instrumentos: percusión, trompeta, violín, piano, etc. Así que en los primeros tres años de escuela toqué el piano. Al acabar el tercer año, como era MUY mal pianista, decidí que era hora de cambiar. Mi padre también enseñaba en la escuela de música, así que con 10-11 añitos empecé a tocar el trombón.

Los primeros años fueron, por supuesto, técnica con mi padre. Él pensaba que no tenía una buena embocadura. Además, yo no soy muy alto y llegar a la 7ª posición en el trombón era prácticamente imposible hasta los 16-17 años.

C: Y, ¿cómo funciona el sistema educativo en Polonia? Porque en España tenemos una formación estándar de Educación Primaria, Educación Secundaria y Bachillerato, pero si quieres estudiar música tienes que hacer un programa adicional y extraescolar compuesto por lo que llamamos Grado Elemental y Grado Medio (Profesional). Al finalizar estos módulos, puedes elegir si seguir en un Grado en Música en un conservatorio o, por el contrario, cualquier otra educación universitaria. Sin embargo, algunos países como Alemania o Hungría, tienen escuelas donde integran la música como parte de un único programa. ¿Cómo fue en tu caso?

M: En Polonia es muy parecido a Hungría, porque tenemos Escuela Nacional de Música Primaria y Secundaria. Así que está todo, todas las asignaturas musicales y básicas están en el mismo horario. Podía empezar con matemáticas y después tener auditiva. Por cierto, la educación auditiva es muy buena. El temario es muy exigente, nos incluye también escucha armónica y nos da una base muy sólida para escuchar y cantar, lo cual es súper importante para un niño. Mi padre me enseñó mucho de cantar, mi madre es cantante, así que me dio algunos consejos también desde pequeño.

Conforme pasaban los años, iba creciendo y asistía a concursos. Hice 30 en total. Algunos eran más importantes que otros, pero había de todo: regionales, nacionales y algunos en otros países. Y creo que eso es muy importante para hacer que un niño se divierta tocando desde el principio, dando esa chispa desde el principio. Te dan un premio por el trabajo que has hecho, y tú quieres estudiar más para dar más y recibir otro. Así que después de pocos concursos, quería estudiar de verdad.

La decisión de tocar en una orquesta

C: Entonces, tu actitud hacia la música fue siempre como un juego, ¿no?

M: Sí, sobre todo en concursos. Pero entonces llegó la época donde me interesé por tocar en una orquesta. Yo iba a muchos, pero muchos conciertos de la Radio Polaca. Estaba allí casi cada semana, escuchando a mi padre y la orquesta desde que era un niño. Y entonces me dije: “¿por qué no tocar en una orquesta? ¡Mola bastante!”. Además, todos los compañeros de trabajo de mi padre me hacían mucho caso, y yo quería ser como ellos. Y así fue como me convencí de que lo que yo realmente quería hacer era tocar en una orquesta.

C: Y, ¿te inspiraste en algún trombonista o tenías algún ídolo?

M: Sí, bueno, eso fue un pequeño percance. Nunca me basé en ninguna forma de tocar. Escuche por un tiempo a Joseph Alessi, por supuesto, y Christian Lindberg y algunos otros, pero no demasiado. Yo quería hacer mi trabajo y siempre he querido ser de algún modo original, así que intenté no basarme completamente en otras personas. Suena un poco extraño, pero nunca he sido un fan de nadie en particular.

C: Entonces intentaste construir tu propia personalidad musical y después, por supuesto, influenciarte por mucha gente, pero no como fuente principal de inspiración.

M: Claro, eso es de lo que estaba huyendo, de admirar tanto a alguien y escucharle tanto que al final vas a sonar igual que esa persona, pero ya la tenemos y por eso no queremos copias que nunca son lo mismo. Pero entonces me inspiré mucho en Chicago. En su orquesta, con la sección grave de metal (low brass) donde estaba Jay Friedman, Edward Kleinhammer… pero la mejor inspiración fue Arnold Jacobs y su método Song and Wind, que es lo que, a su manera, había hecho mi padre toda su vida. Eso fue la base para mí para llegar a la orquesta.

¿Cómo estudia Marek?

C: También mencionabas antes que tu madre te influyó cantando, así que es efectivamente esa misma idea de mantener un mensaje claro de sonido y música. Pasando a hablar del estudio, ¿cómo lo afrontas? ¿Tienes una rutina de técnica que sigues todos los días, vas directamente a trabajar en la música, o cuál es tu plan para preparar un concierto?

M: Era muy organizado cuando empecé a estudiar en Viena. Siempre tenía el Arban, y hacía 2 ejercicios de cada capítulo al día, así que me costaba sobre una hora u hora y media, más un pequeño calentamiento de 30 minutos antes. Lo cual significaban 2 horas de estudio sólo para técnica. Pero siempre he practicado Arban lentamente e intentando ver el desarrollo cada día o cada semana, para poder ver después de un mes que los ejercicios que eran difíciles ya no lo eran; y que los que se suponía que eran más difíciles, ya no lo eran tanto. Así que estaba tocando constantemente las mismas obras, pero intentando tocarlas mejor cada día. Eso es en esencia lo que vas a hacer en la orquesta, porque estarás 40 años tocando el mismo repertorio más o menos.

Sin embargo, cambié mucho cuando llegué a la orquesta porque hay muchas otras cosas aparte del trabajo que quieres hacer. Además, no quieres estudiar 2 horas antes de Bruckner 4, así que empecé a dar clases con otras personas y a buscar material en YouTube, Facebook, libros, preguntando a amigos, gente que se jubilaba de la orquesta, tratando de buscar un sistema que funcione. Y lo que decía Arnold Jacobs era que no necesitabas calentar los músculos, sino la mente. Mucha gente sabe esto, porque a veces llegas al ensayo, no has podido dormir bien o los vecinos tuvieron una fiesta y te duermes. Llegas al auditorio a las 9.50 h, 10 min antes del ensayo, y tienes 5 minutos para calentar. Así que, para prevenir, intento calentar cuando voy a trabajar, por ejemplo. Hago los ejercicios de respiración en mi bici. Por supuesto, algunos programas con la orquesta requieren más calentamiento y preparación, pero normalmente 30 minutos es lo que necesito.

Experiencias en público

C: ¿Cuál es tu principal experiencia tocando? Quizás cuando tocaste Mahler 3 el año pasado, o quizás cuando de niño, que preparaste un concierto y fue un éxito.

M: Es una pregunta complicada, porque me gusta todo lo que toco. Siempre pienso en tocar 100% siempre, en cualquier pieza, no importa que me guste o no. Si es Mahler 3, es por supuesto muy entretenido, o Mahler 5 para las trompetas; pero a veces hasta pocas notas pueden divertirte tanto… Hay un concierto de violín, me parece que es de Sibelius, que tiene sólo 3 notas, y a mi compañero en la orquesta le encanta, dice que es la mejor música de la historia escrita para trombón. De hecho, lo tenemos grabado en YouTube (min 13:00).

C: Y, ¿tuviste algún momento en tu desarrollo donde algo hizo un clic, y entonces fue ese punto de inflexión de entender la música?

M: Hubo quizás dos momentos así. Bueno, hay momentos de subida y bajones, pero una vez toqué unas pruebas en Helsinki. Eso fue en diciembre de 2016. Entonces estaba estudiando en Viena, y esa fue mi primera prueba de orquesta profesional, para la Ópera de Helsinki. Toqué la primera ronda, pasé, y no podía tocar nada más en la segunda. No sé si fue algún bloqueo mental, pero mis músculos no podían tocar. No lo podía soportar físicamente, y es sólo una segunda ronda. Y entonces pensé que algo no iba bien. La primera ronda fue bien, pero la segunda fue un desastre, y tuve como una crisis durante un mes, donde apenas podía tocar bien. Antes de eso estuve cambiando la embocadura, mi profesor estaba intentando cambiar un poco mi forma de tocar, y noté que no me estaba haciendo bien. De hecho, cancelé mis estudios y dejé Viena en febrero [2017]. No fue ningún problema con el profesor, lo quiero mucho como persona y somos buenos amigos, pero no era para mí. Creo que cada persona tiene que encontrar su propio profesor, y no siempre pasa que esa persona que toca en una de las mejores orquestas del mundo, va a enseñarte a tocar bien. Depende de cada persona, y cada cual tiene que encontrar su camino. Así que dejé mis estudios y, al poco tiempo me presenté a un concurso en Gdansk, pero sólo pasé a la segunda ronda. Y después fui a Aarhus, a las pruebas de trombón solista, ¡y gané! Pero antes tuve ese momento conmigo mismo. Me dije: ¿Qué quiero hacer? ¿Cómo lo quiero? ¿Quiero cambiar algo si funcionó antes? Así que me senté a practicar 10 horas al día durante dos meses hasta que lo conseguí, por supuesto, con descansos. Pero supuso un gran esfuerzo para mi actitud, porque tenía que estar muy concentrado. Y fue mejorando cada semana.

C: Entonces, ¿fuiste mejorando tu concentración, por supuesto también la resistencia, pero esa actitud?

M: Sí, concentración y cantar. Eso es lo que me dio un gran empuje, porque fue lo que se me olvidó durante unos meses y luego no podía tocar porque me estaba concentrando en problemas en mi embocadura. Por supuesto, a veces hay problemas técnicos que tenemos que hablar con nuestros profesores, pero desde que empecé a pensar en cantar, ya no toco, ahora sólo canto [con el instrumento]. Con esta actitud, todo se volvió más fácil, y venir a Aarhus a tocar trombón solista cambió mi vida 180º. Fue la chispa que cambió mi vida, completamente. Tenía 20 años entonces. Y entonces vinieron todos esos desafíos, tocando esos solos siendo un “niño”.

C: Pero, ¿seguiste haciendo lo mismo que cuando competías? ¿Mantuviste ese hábito de tocar como un juego, pero quizás a otro nivel?

M: Más o menos. Fue hacer realidad mi sueño, porque siempre quise estar en una orquesta, y al final lo conseguí. Y entonces, necesitaba otra meta. Es muy divertido tocar con la orquesta, tenemos muy buena relación además entre nosotros, pero intentaba siempre buscar el gozo tocando. Pero tocar en orquesta no es todo en la vida: tocar solo, jazz, lo que sea, me encanta tocar jazz. Estas metas te ayudan a seguir rodando. Pero cuando consigues tus metas, tienes que seguir buscando otras. Desde que gané la plaza, he tocado ya en 7 pruebas, para ponerme metas. Si quieres seguir mejorando, te tienes que animar a hacer más y más, y no rendirse.

Cómo plantearse unas pruebas

C: ¿Podemos hablar un poco sobre el proceso de pruebas? Vienes a Aarhus bien estudiado y cuando llegas hay 80 participantes. ¿Cómo piensa alguien que consigue pasar la primera ronda, después la segunda y seguir hasta ganar?

M: No, no había tanta gente. Éramos sobre unos 24 aproximadamente, así que eso es normal. Pero sí, bueno, me daba igual quien viniera, yo sólo cantaba y tocaba. Siempre intentaba no concentrarme en lo que me rodeaba, sino en mis asuntos. No quería distraerme: éste puede tocar un Fa2 (que es muy agudo), o éste puede tocar Si subcontra (muy grave), o si el otro puede tocar el vuelo del moscardón… me da igual, porque yo hago lo que hago, lo mejor que puedo.

Relax, ¡sólo son unas pruebas! #IPMarekStolarczyk Clic para tuitear

C: Entonces, ¿el mayor desafío fue utilizar la concentración que conseguiste en esos meses previos a la prueba? Es decir, conseguiste ser constante y consecuente con esa habilidad que estuviste entrenando, lo que te permitió pensar exclusivamente en la música.

M: Sí, más o menos. Por supuesto me preocupo por todos los participantes, no soy una mala persona. Intento ser agradable con todo el mundo y justo también, pero si voy al escenario, toco para mí. No toco para el tribunal, sino para mí, para mi satisfacción personal. Si yo sé que me equivoqué en muchas notas, PERO hubo algunos momentos donde me encantó mi sonido, entonces estoy satisfecho. Así que llego allí y me concentro en una cosa: miro mis partituras, canto y allá voy. No pienso en las consecuencias. ¿Qué va a pasar? ¿Voy a mudarme a esta ciudad? ¿Qué pasa si pierdo? Eso no es muy importante.

C: Porque te desconcentra de la música…

M: Sí, siempre. Y yo pienso: relax, sólo es una prueba, no es nada serio. Nadie te va a castigar por tocar mal en unas pruebas. Y todos nos lo tomamos demasiado en serio. Así que lo único que podemos hacer es intentar tocar lo mejor que puedas, o lo mejor para el jurado. Y después, esperar que al jurado le guste, con la esperanza de tener suerte y que ellos busquen eso, tu estilo. Porque eso es otra cosa de las pruebas. Una vez escuchaba a J. Alessi, cuando decía: “¿Por qué perdemos pruebas? Por el estilo.” Si vas a Alemania a tocar Valquirias en el estilo americano, no vas a tener ninguna oportunidad. Aunque seas muy famoso, vas a perder porque tienes que estar en el estilo. Así que yo investigo sobre el estilo que buscan en las pruebas. ¿En qué estilo toca la orquesta? Intento averiguar la historia y el sonido que quieren.

C: Y, ¿cómo llevas a cabo esta investigación, más o menos?

M: A veces voy a las grabaciones. Trato de buscar en YouTube, Spotify, está esta app nueva que se llama idagio. e intento buscar el sitio donde me voy a sentir cómodo cuando toco y encontrar el estilo correcto. También lleva tiempo adaptarse a un nuevo estilo, y a veces vas a un país donde tienen 4 grabaciones, las escuchas 10 veces y ya entiendes lo que buscan. Si quieren vibrato en algunos pasajes, si quieren algún adorno especial… por ejemplo en Viena, en Mahler 3 hay un pasaje concreto que se mide diferente. Hay pistas pequeñas que puedes conseguir escuchando. Cada orquesta tiene su forma de tocar, no tengo ni idea de cómo se toca en España. He escuchado orquestas de allí, pero necesitaría tener una grabación, analizarla, escuchar la sección de low brass, o lo que sea. Pero de momento estoy interesado en Escandinavia y Estados Unidos.

Con vistas al futuro

C: Para cerrar, ¿cómo ves el panorama musical de hoy en día? ¿Ves fácil, o posible, vivir de la música? ¿Qué consejo le darías a alguien que empieza con el trombón y se plantea vivir de la música?

M: Hay una gran competencia en el mercado, honestamente, hay muchos músicos ahora mismo. Pero mientras disfrutes, y te haga feliz, adelante. Eso es lo más importante para mí. Por supuesto, tenemos que ganar dinero para vivir, pero creo que siempre hay una forma de ganarse la vida si amas lo que haces. Por lo que puedo decir de Polonia, Austria o Dinamarca; que es donde tengo experiencia, creo que se puede vivir de ser músico. Y si te apasiona, te lo vas a pasar muy bien, seguro.

C: ¿Tienes algún otro proyecto en el futuro, aparte de tocar en la orquesta?

M: Sí, de hecho acabo de ganar las pruebas en Danish Radio esta semana. Aparte de mí, ha ganado Lucas Tiefenthaler que actualmente está de prueba en la ópera de Copenhagen y va a empezar pronto su periodo de prueba en DR. Yo lo empezaré en agosto.

C: ¿Quieres mandar un saludo a alguien?

M: Quiero saludar a todos los músicos de viento metal que nos escuchen/leen, y también a los que no nos escuchen. ¡Os deseo lo mejor!

Un calentamiento rápido y efectivo: guía práctica

Déjame tu nombre y e-mail y recibirás la guía práctica para aprender a calentar.

Un momento...

Te dejo las instrucciones en la bandeja de entrada. ¡Ánimo con esa trompeta!


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Más info

aceptar