Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Hoy, en la sección de Influencias Positivas, hablamos con Jonathan Hanke. A sus 27 años, tiene una plaza en una orquesta en su país y ha sido miembro de la Orquesta Joven de la Unión Europea la EUYO.
Un niño en Copenhague
Carles: Me gustaría que me contaras un poco tu historia. ¿Cómo un chico en Copenhague decidió tocar la tuba en una orquesta?
Jonathan: Empezó en mi más tierna infancia. Mi madre es cantante de ópera y mi padre era actor, aunque ahora es director. En casa, siempre crecí rodeado de música. Escuchar a mi madre estudiando ópera por las mañanas cuando me despertaba era lo habitual. También tomé clases semanales con mi abuela, que es profesora de piano. Así que, hasta que tuve unos 10 años, tuve un gran contacto con la música. Con 6 años, empecé a tocar la trompeta, pero después me cambié al bombardino. A los 10 años me quise apuntar al la Guardia Joven del Tivoli Garden en Copenhague, probé con la trompeta pero no fue muy bien, así que me dijeron: “si quieres tocar la tuba, tienes plaza asegurada». Así que pensé: “¿por qué no? ¡Vamos con la tuba!”.
De hecho, no soy el único tubista profesional que tiene esta historia en sus inicios, a mucha gente simplemente se le preguntó: ¿quieres probar la tuba? Y así es como empecé con la tuba.
Me ofrecieron la tuba para tocar en la Guardia Joven del Tivoli Garden y pensé ¿por qué no? Clic para tuitearC: Sí, la historia de Arnold Jacobs es muy similar: empezó tocando la trompeta con su madre pianista y después se pasó al trombón, para acabar tocando la tuba porque quería entrar a una banda.
J: Lo mismo le pasó a mi profesor. En todo caso, estuve en la Guardia Joven del Tivoli hasta que tuve 16 años y luego fui al MGK. Esto es una formación anterior al Grado en Música que tenemos en Dinamarca y consiste en 3 años de preparación musical, aunque yo sólo hice 2 años. Después, empecé a estudiar en el Conservatorio de Copenhague. El problema era que nunca fui muy activo en mi estudio hasta ese momento. Creo que es porque era un privilegiado de estar rodeado de música desde que nací hasta los 18 años. Esto cambió sustancialmente mi forma de escuchar cosas y mi relación con la música. El entrenamiento auditivo nunca me ha supuesto un problema, por ejemplo. Jamás lo estudié, simplemente lo conseguí de forma natural, fui un completo afortunado. Aunque yo no aprecié realmente esa ventaja que tenía, hasta más tarde en mi vida.
El punto de inflexión
J: Hasta mi segundo año en Copenhague, nunca había estudiado en serio, nunca había hecho un duro trabajo, sino que todos mis logros habían venido de forma natural. Y me planteaba si quería tocar la tuba profesionalmente, tenía la sensación de que no la pude elegir y que simplemente apareció en el momento adecuado, teniendo que cargar ahora con esa decisión.
Pero al final de ese segundo año, tuve una clase con mi profesor donde no fui preparado. Era como la quinta vez seguida que iba sin estudiar, así que me dijo: “Jonathan, esto es una pérdida de tiempo para ti y para mí. Si quieres seguir así, adelante, pero yo no quiero seguir así». Acto seguido, me comparó con un trofeo que tenía en un estante, que quería pulir, pero que no le dejaba y lo único que quería era quedarme acumulando polvo. Y eso me hizo añicos. Jamás había recibido un golpe tan directo en mi vida. Después de eso, me recompuse, me centré en estudiar. A pesar de mi gran afición a los videojuegos, paré por completo y me centré en la música.
Acto seguido, me comparó con un trofeo que tenía en un estante, que quería pulir, pero que no le dejaba y lo único que quería era quedarme acumulando polvo. Y eso me hizo añicos. #IPJonathanHanke Clic para tuitearEse señor es Jens Bjøn-Larsen y, además de Copenhague, también es catedrático del Conservatorio de Hannover. Es el mejor profesor del mundo, al menos según mi punto de vista: le debo todo a él.
Ese verano, me fui de tour con una joven orquesta danesa. Y ahí descubrí mis posibilidades con la tuba: se me da bien, ¿cómo puedo mejorar?
Después de esas vacaciones, volví a la escuela y empecé a estudiar como si no hubiera mañana. O sea, empezaba todos los días a las 8 de la mañana y estaba allí estudiando quizás hasta las 19-20h. Hice esto durante aproximadamente un año y medio.
Jonathan en el aula de estudio
C: Entonces, no es sólo que estudiabas con calidad, sino que invertías muchas horas en estudiar, también.
J: Sí, por supuesto, pero recuerda que los músicos de viento metal tenemos una embocadura muy fuerte. Tengo un mantra que copié de Jens, mi profesor: “Breaks, breaks, breaks”. Tienes que descansar al menos un 50% del tiempo que estudias al día. Eso siempre ha sido como una norma: si estudio concentrado durante 20 min, quizás tengo 10 minutos de descanso, porque en esos 20 min que estaba concentrado también he tenido pequeños descansos naturales para mis labios. Pero siempre tienes que mantener las distancias y descansar del todo.
Respecto a lo que has mencionado sobre calidad y cantidad de estudio, al menos en aquel momento me ayudó echar MUCHAS horas. Ahora, después de tocar en una orquesta durante 6 años, me requiere menos tiempo de estudio, porque ya sé cómo estudiar, ya sé cómo enseñarme a mí mismo.
C: ¿Eso significa que usaste esas horas de estudio conociéndote mejor, aparte de construyendo músculo?
J: ¡Exacto! Construir músculo es quizás el 80% del trabajo, porque estás construyendo algo que te durará, con suerte, toda la vida. Ninguna de esas horas fue desperdiciada, y eso es muy importante. Mi profesor siempre tuvo estudiantes imaginarios (o modelos). Él decía que tenía:
- Estudiante A: estudia 10 horas al día, pero nunca sabe para qué. Es un estudiante sin propósito.
- Estudiante B: estudia media hora al día, muy eficaz, completamente concentrado todo ese tiempo. Pero no es suficiente tiempo.
- Estudiante C: combina los dos, estudiando unas 3-4 horas de estudio muy concentrado cada día. En ese tiempo, está completamente comprometido con su estudio. No mira el móvil, no presta atención a nada que no sea la música.
Durante un tiempo, fui un estudiante C. Puede ser muy duro para el cerebro, pero el resultado que produce es muy notorio. Tienes que seguir manteniendo los descansos para tus labios, pero tiene truco. Imagina que tocas durante 10 segundos, después tienes un micro-descanso de 10 segundos pero te lo imaginas en tu cabeza, con tus digitaciones. Entonces estás preparado para volver a repetir, y así sucesivamente. Esta sería una forma de hacerlo, y a mí me ayudó mucho.
Estudiando al aire libre
C: Así que, de algún modo, integraste los micro-descansos a través de cantar, imaginar la música, hacer patrones de viento, etc.
J: Por supuesto, porque por un lado tenemos la fuerza física de nuestra embocadura, pero por otro tenemos lo que pasa en la cabeza. Porque en tu cabeza pasa todo, sólo necesitas la embocadura para el hecho de tocar; pero tus ideas, tu estudio mental… puedes hacer muchas cosas en tu cerebro sin tocar. Por ejemplo, practicar doble y triple picado. Yo lo estudiaba cuando caminaba por la calle, cuando iba a la escuela en bici, simplemente soplando “ttk-ttk-ttk…” (entrevista, min 11:15). Y la respiración también, porque tuve dificultades haciendo respiraciones completas, lo cual es un problema para tocar la tuba. Así que, cuando andaba por la calle, tenía presente la tuba. Esto no fue forzado, sino que vino de forma natural. No es que me tuviera que recordar que tenía que hacer 30 segundos de respiración, sino que los hacía porque me apetecía. Porque puedes mejorar tu capacidad pulmonar haciendo este tipo de ejercicios.
C: ¿Seguiste algún método de respiración, como The Breathing Gym o los ejercicios de Arnold Jacobs, o diseñabas tus propios ejercicios?
J: Hice un poco de The Breathing Gym, porque Jens me lo enseñó los vídeos. Y lo hice durante una semana, más o menos. Pero después tomé lo que quería de ellos en mi estudio. Sin embargo, nunca hice ejercicios de respiración propiamente dichos, nunca los hago antes de estudiar, porque tiene que venir como un instinto, como un hábito o un acto reflejo. Cuando tocas una obra muy virtuosística, o incluso cuando tocas en la orquesta, no tienes tiempo de pensar en la respiración. Necesitas estar en el punto donde una buena respiración ocurre siempre, independientemente de lo que hagas. Así que, la forma en la que aprendí esto no fue en el aula de estudio, sino fuera de ella. Incorporé buenas respiraciones en mi día a día, pensando en ellas de forma consciente hasta que se convirtió en algo normal.
La música y la mente
C: Mencionabas antes que has estado rodeado de música desde pequeño. Enlazando esto con el estudio mental, ¿desarrollaste una relación con la música como un idioma? Es decir, cuando tenías que escribir música o leerla, ¿lo concebías como una lengua?
J: Buena pregunta. Creo que nunca he entendido la música como un idioma, sin embargo siempre lo comparé con el canto. Por ejemplo, imaginándome una frase en mi cabeza. Cuando quiero tocar una pieza en la tuba, siempre la canto antes, porque es muy natural. Es el propio cuerpo y frasear es mucho más fácil para mí cuando canto, al menos al principio. Por supuesto, después hay que transferirlo a la tuba. Así que lo canto, y luego me imagino a mí tocándolo. Y el fraseo siempre ha sido muy natural para mí, yo creo que porque crecí en ese ambiente. Porque escucho a mucha gente que tiene problemas con muchas de estas cosas, y no saben realmente cómo descifrar el código del fraseo.
Empiezo cantando todo lo que quiero estudiar. Luego me imagino a mí mismo tocando. Entonces estoy listo para tocar. #IPJonathanHanke Clic para tuitearC: ¿Crees que, para la gente que no tuvo la oportunidad de crecer entre músicos, sería una buena idea escuchar mucha música, aprovechando servicios como IDAGIO o Spotify como sustitutivos?
J: ¡Absolutamente! Si quieres un alto nivel, te tienes que rodear de tanta música como puedas, y de cuantos más canales puedas, también. Yo nunca he sentido la necesidad de escuchar música clásica, porque siempre ha estado ahí, aunque me gusta escuchar lo que voy a tocar y también escucho sinfonías de vez en cuando por placer y me encanta ver conciertos en directo. Sin embargo, normalmente escucho rock, heavy metal, progressive trans… cosas muy rítmicas.
Siempre se me han dado bien los ritmos, pero quiero dar el crédito de ello a Gutiar Hero. Soy un gran fan de este videojuego y empecé a jugarlo cuando salió, a mis 14 años. La coordinación que haces en Guitar Hero, son sólo 5 botones en la mano izquierda, pero después otro botón para la mano derecha, que permite realmente activar los botones de la otra mano. Esto me permitió desarrollar la coordinación de mi cuerpo con algo que estaba sonando, música. No tenía que ser visual, podía ser también auditivo, ya que podía recordar lo que estaba pasando. Pero el hecho de que estuviera tocando ritmos en mis dedos, me hizo mucho más fácil transcribir lo que estaba pasando en una pieza musical, porque todo son patrones. Entonces, cuando tienes que tocar “Re-mi-re-do-re” (entrevista, min 17:35) y lo practicas 10 veces, hasta que tienes ese patrón. Así, cada vez que ese patrón aparece en algún lugar de la partitura, desde un Re, lo puedes tocar sin ningún problema. Y lo mismo con Guitar Hero, aprendes patrones y, cuando los ves en la pantalla, aparece en tus dedos de forma natural. Y lo haces con ritmo y todo. Entonces, en el ejemplo anterior, tendría que practicarlo transportado para el resto de notas.
Siempre he tenido un buen sentido del ritmo gracias al Guitar Hero. #IPJonathanHanke Clic para tuitearC: De una forma similar al estudio de jazz, ¿no?
J: Sí, claro. Cuando estaba estudiando en la escuela 8 horas al día, siempre hacía 2 horas de técnica por la mañana, y una de esas horas era siempre escalas. Y eso me ha ayudado TANTO, que si ahora aparece cualquier escala en lo que toco, lo tengo automatizado, no tengo que estudiar ese pasaje. Éste es quizás el motivo por el que no necesito estudiar tanto como antes, porque muchas de esas cosas están ya estudiadas.
Herramientas pedagógicas
C: Entonces, ¿crees que el desarrollo de algún tipo de videojuegos ayudaría los estudiantes de música, como te pasó con el Guitar Hero?
J: Claro, si viene un alumno con problemas de ritmo, le recomendaría sin duda jugar a Guitar Hero. Si hubiera un sustituto, naturalmente se lo recomendaría. Además, en este juego también puedes tocar la batería. Quizás le dijera que tocara la batería. En todo caso, creo que es muy útil ver en la pantalla exactamente lo que tienes que hacer, para ver la sensación natural en tu cuerpo, porque se convierte en un hábito.
C: Para estudiantes, ¿hay algo que te guste trabajar en especial o quizás algún método para hacerles mejorar? ¿Cómo afrontas un nuevo alumno?
J: No tengo ningún proceso exacto porque cada estudiante es tan único que no le veo sentido. Hay muchos “profesores excelentes” que tienen un método, y hacen pasar a sus alumnos por ese método. Algunos de esos alumnos no encajan para nada en el método, pero esos profesores siguen intentando hacer pasar al alumno por el aro. Y a veces arruinan completamente la embocadura de algunos alumnos. Si has estado tocando con una embocadura determinada durante 10 años y vas a un profesor famoso y dice que pinta muy mal y te empieza a dar recomendaciones demasiado técnicas (o lo que sea), lo que hace es desmantelar 10 años de tu estudio. Por supuesto tienes tus formas de estudiar, sabes cómo debería de sonar esa música, pero todo el trabajo físico que has hecho, se ha ido. He visto pasar por esto a mucha gente, entre ellos un amigo mío, y eso es horrible desde mi punto de vista.
Así que no, no tengo ningún método específico. Escucho al alumno tocar, y si tiene problemas con el sonido, nos centramos primero en eso. El sonido es muy importante, y no es inalcanzable, sino algo que puedes conseguir sin duda, si te esfuerzas, y te recuerdas a ti mismo que tienes que tocar con buen sonido. La gente estudia y se olvida de mantener un buen sonido cuando estudian. He tenido la suerte de no haber tenido problemas con el sonido, pero he visto alumnos que tocan una frase y el sonido es un poco difuso. Entonces les digo: “es muy fácil, piensa en tu sonido, sácalo afuera”. Y tocan otra vez, y suena 10 veces mejor, con un sonido maravilloso. Así que recordarte a ti mismo que tienes que tocar con buen sonido es el primero paso, porque después se convierte también en un hábito.
Entonces les digo que es muy fácil, que piensen en su sonido y lo saquen afuera. Y tocan otra vez, y suena 10 veces mejor, con un sonido maravilloso. #IPJonathanHanke Clic para tuitearCuestión de hábitos
J: Otra cosa que pasa también, ya que estoy hablando todo el rato de hábitos, es también que no puedes eliminar un hábito. Si tengo el hábito de decir “mierda” después de cada frase, no puedo proponerme dejar de decir “mierda”, sino que lo sustituiría con otra palabra. Por ejemplo, en vez de decir “mierda”, ahora diré “flores”. Y lo mismo con los otros hábitos.
No elimines un hábito, sustitúyelo. #IPJonathanHanke Clic para tuitearRecuerdo que tenía el vicio de mover mucho mi cara cuando tocaba, parecía que estaba loco. Y lo que hice con mi profesor fue, en vez de decir “no muevas la cara”, tenía que hacer un movimiento muy pequeño con mi labio. Tenía que ser mínimo, que ni siquiera causara vibrato, sólo para hacerme consciente. Y después de 2 días de estudio mirándome al espejo, los movimientos se habían ido completamente, y tengo ese hábito desde entonces. Así que puedes intentar eliminar un vicio, pero reemplazarlo por otro te facilitará mucho el proceso. Por ejemplo, en respiración, si tienes el vicio de respirar con tensión, es muy malo. Así que escuchas ese sonido, y lo cambias por uno bueno (entrevista, min 24:40). Yo lo hice pensando en WOW, cada vez que tengo que respirar, pienso “WOW”, y viene automáticamente.
Quería decir esto de los hábitos porque romper los hábitos (o vicios) es muy difícil. No lo elimines, sustitúyelo.
J: Ya hemos hablado del sonido y el ritmo, y junto con la afinación, son las tres cosas más importantes que necesitarás dominar en la orquesta. El ritmo va de estar en el momento justo (timing). Tocar en una orquesta es saber el timing del resto, y sentirlo naturalmente.
Cuando llega un alumno, es muy importante centrarse en una cosa a la vez. No pongas al alumno a trabajar en 5 problemas diferentes a la vez, porque esto sólo crea confusión y tendrás un alumno deprimido en 2 semanas, que no ha mejorado en ninguna de esas 5 cosas que dijiste. Por eso siempre intento tener una visión más amplia, pintando un color cada vez.
¿Próxima parada?
C: Claro, muy importante. Y para ir cerrando la entrevista, ¿tienes algún proyecto que te gustaría comentar?
J: Buena pregunta. Estoy preparando un concurso junto con Marek Stolarczyk para Abril-Mayo, aunque ya estamos tocando conciertos con ese repertorio. ¡Siempre estoy siempre tocando conciertos! Haha En todo caso, aparte del concurso, no estoy trabajando en un proyecto concreto actualmente. A medio plazo, me gustaría empezar a dirigir, pero ¿quién sabe?
C: Mucha suerte en tu vida y en tus proyectos como director. Espero también que el concurso con Marek vaya bien, y muchas gracias por atender esta entrevista.
J: Gracias, mucha suerte a ti también
0 comentarios