“Si dispusiera de 8 horas para cortar
un árbol, emplearía 6 en afilar el hacha.”

Abraham Lincoln

A menudo nos preguntamos qué podemos hacer para rendir mejor en el escenario. Queremos saber los mejores ejercicios, las mejores estrategias psicológicas, el mejor calentamiento… ¡hasta nos preguntamos si tenemos la mejor boquilla! Sin embargo, hay algo más sencillo que posiblemente te esté lastrando cuando tocas: la suciedad.

Por desgracia, mantener el instrumento limpio y engrasado es una costumbre poco común entre los músicos de viento metal. Nos solemos escudar en que, al ser de metal, nuestro instrumento tiene un mantenimiento mucho menor que el resto, que suelen ser de madera.

¿Merece la pena un buen mantenimiento?

Ejemplo de deszincificación en el tudel de una trompeta.

En mi opinión, un mantenimiento mínimo es imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier instrumento. Pensemos en el motor de un coche, que también es de metal. ¿Dejamos de regular el aceite para asegurar la correcta lubricación de las partes móviles?

Otra buena razón para mantener limpia tu herramienta de trabajo es que previene la deszincificación. Este tipo de corrosión es muy común y supone la rotura de la aleación de metal. Sucede desde dentro del tubo hacia afuera cuando zinc se oxida, dañando el metal y el lacado. Recordemos que nuestro instrumento está hecho de latón, una aleación de zinc y cobre.

Además, algunos fabricantes no incluyen el daño en la laca en sus garantías, ya que entienden que se puede prevenir.

Ejemplo de garantía de fabricante de Vincent Bach.

Si asegurar el rendimiento técnico del instrumento y el lacado no te parecen motivos suficientes para realizar un buen mantenimiento, deberías hacerlo por higiene. Los instrumentos de viento –en especial sus boquillas– pueden estar implicadas en la transmisión de bacterias y otros microorganismos.

Además, manteniendo el instrumento resplandeciente nos podemos beneficiar de un sesgo cognitivo: el efecto halo. Un sesgo cognitivo es un atajo mental que nos ayuda a tomar decisiones rápidas. El efecto halo nos invita, por ejemplo, a asociar calidades positivas a personas que consideramos más atractivas. Por tanto, con la misma interpretación, mejoraríamos la experiencia (y opinión) del público. ¿Merece la pena pasar por alto detalles como este?

Hábitos de mantenimiento en casa

Antes de ponernos manos a la obra, tenemos que saber qué es exactamente el mantenimiento. Para ello, vamos a la RAE que nos dice, en su segunda acepción, que mantenimiento es el “conjunto de operaciones y cuidados necesarios para que instalaciones, edificios, industrias, etc., puedan seguir funcionando adecuadamente.” Entonces, ¿qué cuidados necesita el viento metal?

Lo primero de todo es tener respeto por nuestro instrumento. Aunque sea de sentido común, merece la pena recordar que debemos guardar la trompeta en la funda después de cada uso. Allí estará protegida de la luz solar, cambios de temperatura y humedad u otras condiciones adversas (como ser encontrado por nuestra mascota).

Además, para tener al día el mantenimiento, es fundamental que nos ocupemos de la limpieza interior y exterior, así como de la lubricación de sus partes móviles.

Decálogo de prevención y mantenimiento en viento metal

El principal objetivo del mantenimiento es la prevención de daños futuros y, como en toda prevención, los hábitos son clave. Por eso, te dejo un decálogo con los 10 hábitos que más te pueden ayudar a mantener el instrumento en perfectas condiciones.

Decálogo de mantenimiento para viento metal.

También puedes descargar el decálogo en PDF.

Limpieza exterior

Lo primero que necesitamos para limpiar es identificar el tratamiento que necesita nuestro instrumento. Para ello, diferenciamos entre instrumentos lacados, ya sea en plateado o en dorado, y sin lacar.

Puesto que la laca es una protección adicional, los instrumentos sin lacar son más delicados. Por eso, para eliminar las marcas de dedos, polvo y manchas; Yamaha recomienda usar un trapo con abrillantador de madera. Este tipo de productos suele contener cera o silicona, que ayudaría a prevenir manchas de agua.

Image titled Clean a Brass Instrument Step 12
Limpieza exterior de una trompeta. (Fuente: https://www.wikihow.com/Clean-a-Brass-Instrument)

En los instrumentos lacados, un trapo humedecido con limpiacristales debería de ser suficiente para eliminar la suciedad superficial. También puedes usar un trapo humedecido con abrillantador de plata para mantener el brillo del instrumento, pero asegúrate de limpiar los restos después con un trapo seco. Presta atención también al estado del producto de limpieza, ya que se puede cuartear cuando se seca, y esto rallaría el instrumento.

Limpieza interior

Las complicaciones con la limpieza suelen producirse en la parte interior de los tubos, puesto que son menos accesibles y, muy a menudo, están húmedos e incluso sucios. La popular tienda norteamericana Music & Arts nos recuerda la importancia de la higiene bucal antes de tocar. Si te resulta imposible cepillarte los dientes, intenta al menos enjuagarte la boca o evita comer inmediatamente antes de estudiar. Y, añadiría también una limpieza de manos antes de tocar.

Respecto a la limpieza, las partes más sucias son las que están más cerca de la entrada de aire. Eso significa que tendremos que prestar atención a la boquilla, el tudel y la bomba de afinación. Algunas marcas, como Stomvi, recomiendan limpiar la boquilla con un cepillo después de cada uso. Si quieres, puedes usar una solución de alcohol para desinfectar boquillas de posibles microorganismos indeseados. Además, se recomienda limpiar el tudel y la bomba de afinación con un cepillo cada semana.

Limpieza de una boquilla con un cepillo cónico. (Fuente: https://www.wikihow.com/Clean-a-Brass-Instrument)

Además de todo esto, conviene limpiar el instrumento mensualmente en profundidad. Muchos lutieres coinciden en lavarlo con agua templada y jabón neutro y con la ayuda de un cepillo. Te puede ayudar usar un adaptador para la ducha, como este.

No te olvides de desmontar las piezas principales (boquilla, bombas, pistones, tapones y fieltros). Al acabar, asegúrate de que todas las partes quedan bien enjuagadas y secas. Puedes usar un trapo como este para las secar el interior del tudel y las bombas.

Limpieza interior de una trompeta con cepillo. (Fuente: https://es.wikihow.com/lavar-una-trompeta)

Lubricación

Esta parte es muy importante en el mantenimiento del instrumento. Una película de aceite o grasa no solo garantiza el correcto funcionamiento de pistones, cilindros y bombas, sino que previene la corrosión del metal.

A la hora de elegir aceites, hay varios aspectos a tener en cuenta. Primero, hay aceites diferentes para pistones, cilindros y bombas; así que elige el que necesites.

Después, puedes elegir entre el aceite orgánico o el sintético. La principal diferencia es el grado de procesado, ya que ambos suelen ser derivados del petróleo. El tamaño de las partículas es más variable en el aceite orgánico y más regular el sintético. En consecuencia, las partículas más pequeñas de aceite se evaporan antes, quedando las más grandes y dejando un tacto un poco más lento.

Dentro del aceite sintético, los fabricantes los suelen ofrecer al menos 3 grados de viscosidad. Aparte de números, también se los conoce como “Clásico” (el más viscoso), “Medio” y “Ligero” (el menos viscoso). La ventaja de un aceite ligero es que el instrumento responderá más rápido, aunque haya que cambiarlo con más regularidad.

Para acabar, debes saber que algunos aceites son incompatibles con otros. Esto significa que debes usar siempre el mismo. Si quieres cambiar de marca o tipo, asegúrate de que la trompeta está completamente limpia de aceite.

El aceite se aplica a los pistones, los cilindros y las bombas 1ª y 3ª. Puedes seguir estos pasos para lubricar bombas y pistones:

Lubricación de pistones:

  1. Retira el tapón superior de rosca.
  2. Saca el pistón con cuidado.
  3. Limpia el pistón con un trapo de algodón o microfibra. Es importante que no queden pelusas.
  4. Aplica unas gotas de aceite al pistón.
  5. Asegúrate de que la posición es correcta y enrosca el tapón superior.

La lubricación de cilindros es más compleja, por su mecanismo. Sin embargo, puedes aplicar aceite en las partes móviles, al menos semanalmente. En el caso de que dejen de funcionar, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu taller de confianza.

Lubricación de bombas 1ª y 3ª:

  1. Asegúrate de que la superficie está limpia.
  2. Aplica el aceite en la parte interior.
Lubricación con aceite de la 3ª bomba de una trompeta. (Fuente: https://tecnimusic.com.co/mantenimiento-para-instrumentos-de-viento-metal/)

También usamos grasa, que es un tipo de lubricante espesado. Se componen principalmente de aceite (80-95%) y espesante (5-20%), aunque algunos pueden llevar hasta el 10% de aditivos. Dependiendo del aceite que se use en su fabricación, la grasa puede ser orgánica o sintética. La grasa sintética tiene una ventaja: es más estable. Esto significa, no solo que se derrite a mayor temperatura, sino que tiene mejor consistencia en temperaturas medias. ¡Hasta el fabricante Fat Cat menciona, en broma, que su grasa sintética no se puede derretir ni en un fogón de cocina!

De ser así, usar grasa sintética supondría una clara ventaja, ya que la grasa líquida puede moverse hacia los pistones o cilindros. En el peor de los casos, solo tendríamos que limpiar el instrumento concienzudamente, pero ¿por qué arriesgarse?

La grasa se aplica en las bombas de afinación y segunda. Puedes seguir estos 5 pasos:

  1. Asegúrate de que la superficie está limpia.
  2. Aplica la grasa en el extremo del tubo.
  3. Introduce primero una parte, girando la bomba para que se esparza por toda la superficie.
  4. Repite el proceso con el otro extremo del tubo.
  5. Inserta la bomba.
Aplicación de grasa en un extremo del tubo. (Fuente: https://tecnimusic.com.co/mantenimiento-para-instrumentos-de-viento-metal/)

Conclusión

La acumulación de muchas pequeñas muestras de respeto hacia nuestro instrumento nos garantiza su buen mantenimiento. Esto no solo evitará que te quedes tirado en el escenario, sino que también previene la corrosión de los materiales. ¿Por qué no reservar las visitas al taller para las revisiones?


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